La luz blanca de otoño
toma por completo
la pieza de mi chica.
Esa palidez choca contra
el color marrón de la habitación:
el parqué, las ventanas,
la puerta, el placar y el viejo sillón.
Por un momento, vemos caer
partículas de polvo del techo
y advertimos que hay algo que nos iguala,
más allá de estar en una ciudad extraña.
[En "Valiant", 2010]
2 comentarios:
pasaba de casualidad por acá y me di cuenta que uno puede llegar por varios caminos de la web a la misma persona, de manera intencionada o no... asique ya que estoy me ahorro un mail y te pregunto que tal Rosario? y si mandaste el puueeema??
PD: las particulas de polvo a contraluz son lo más, cuando era chico me colgaba horas tirado en la cama viendolas suspendidas en el aire.
abrazo!
Groso, Fran querido. Tremendo ese efecto de la luz sobre el polvillo de la habitación.
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