Mi mamá me cuenta
que aprendió a nadar en el Mar Mediterráneo.
Una francesa le enseñó las técnicas
sobre el agua caliente de Europa.
Después nunca más volvió a cruzarse
a ella y tampoco volvió
a recorrer el piso rojo de España.
Podemos imaginar a la francesa
ya con unos 80 años cuidando a sus nietos
mientras mira los bosques violetas de Lyon.
Con mi mamá tiene en común
que también cuida a los hijos de sus hijos
y charlan sobre asuntos escolares.
Yo estoy sobre el pequeño balcón
y mientras los escucho, observo caminar una rata
por el cable de la luz.
-De "Los menos experimentados". Inédito.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario