Uruguayita. Romancero pop [Fragmento]

I
Así que el famoso Juanele
es el rey del poema-río.
Eso dicen al menos
las malas lenguas.
Entonces ahora leerán
al príncipe del poema-río Uruguay.
Si don Laurentino contó
las mil y una historias del Paraná,
quien te escribe estos versos,
bella dama, apuesto caballero,
te llevará por las cristalinas
aguas yoruguas.
Ay celeste cauce
celeste cielo
costa celeste.
Qué lindo es escribirte
mientras sabés que tu chichi amada
espera una lluvia de tí.

(continuará)

Dedicatorias

(a Mariano)

Uno.
Hace algunos años, no sé bien, escribí una nota de fútbol sobre Enzo Francescoli. De pequeño, con afectó, admiré las artes del jugador uruguayo y mucho lloré por él. Ahora, de grande, sólo quedan los recuerdos: cómo lo soñé, cuánto lo busqué en mis fantasías, por qué escarbé mi imaginación para recrear sus goles y miradas.

Dos.
La nota periodística iba a ser publicada en una revista de Santa Fe. Con cariño y estima escribí cada palabra, cada oración, todos los párrafos. La idea de redactar notas para un periódico de tirada mensual era, sobre todas las cosas, una tarea hermosa. Más allá de estar de acuerdo -o no- con los contenidos de la publicación, sus formas, ideas y modos, la misión me entusiasmaba, alteraba los días y predisponía mi subjetividad pasionalmente para entender las rarezas del fútbol.

Tres.
Si voy más allá de todo, ahora me estoy creyendo la idea que los textos escritos no tenían otro objetivo que seguir conquistando a la mujer bañada del sol moreno. Algo de rédito me devolvieron esos escritos de prensa y de poesía, si recuerdo los cariños dados por ella.

Cuatro.
Hasta el día en cuestión, los envíos de cada nota no sufrían acontecimientos extraordinarios (salvo algunas repercusiones: lecturas en radios, en escuelas, en facultades, impresiones caseras de algún escritor admirado por mi ilusión).

Cinco.
El hecho puntual me dio tristeza sobre cualquier posibilidad de ira, rabia y ganas de insultar. El editor del periódico, cuyo nombre (ni del editor ni del periódico) mencionaré aquí, suprimió con poca finura la dedicatoria escrita por mí.
—En la revista no ponemos dedicatorias –me comunicó, con poco amor, el dueño del periódico.

Seis.
¿Cómo? ¿Por qué? ¿En qué planeta está el altruismo que profesas? ¿Qué nombre tiene tu solidaridad? ¿Qué rostro cobra tu fraternidad?

Siete.
La dedicatoria del texto estaba dirigida a mi hermanito del alma Mariano. Con él aprendimos a ser muchos al mismo tiempo. El fútbol nos enseño, a los dos, todo aquello que la vida puede engendrar. Con el juego de la pelota supimos parir gestos de hermanos sin tener la misma madre. Nos enteramos de los olores del pasto y la dureza de la tierra. Los goles nos acercaron al sol y a las estrellas y nos hizo nacer, y luego volar.

De eso se trata

Hace dos días
soñé con una mujer que no conozco.
Ayer también se me apareció
otra que nunca vi.
Creo, antes, eso no me había sucedido.
No sé qué carajo es el amor
ni qué mierda es la maldita poesía.

Todos los escritores

Soy un pelotudo, a diario -por ahora- leo estos sujetos, vivos y muertos:
Sergio Bizzio, Truman Capote, Juan Gelman, Washington Cucurto, Rodolfo Fogwill, Juan Villoro, Ambrose Bierce, Carlos Fuentes, Dani Umpi.

Dudas

Cuando estoy malo,
los vientos finos
aceleran las noches
de sueño
y me paran frente
a una morocha.
Ella me hace dudar de la poesía.
¿Dónde está?
¿En los ojos hondos?
¿En los pelos de sombra?

Potrero concordiense

Dos cuartetos octosílabos pop

Mi tiki urugayita
da su veredicto letal:
"no iré contigo a tu ciudad"
y clava el cuchillo feroz.

Una tristeza me atrapa,
no sabe lo que yo busco.
Necesito ver el río
y las penas malas tirar.

Cuatro textitos de Cucu para vos

"Versos sueltos, la literatura, el amor y el mundo no valen más que unos cuantos versos sueltos sin los cuales no podríamos vivir".

"La literatura no tiene clásicos, porque la literatura es un terreno en el cual no hay leyes ni nada está fijo o es lo que es, la nada abosluta en este mundo capitalista".

"En el terreno de la literatura no hay trampas y la letra brilla por sí sola, si tenemos la suerte de que brille. Vos brillás seguro; ahora, que brille esto, ya es otra cosa".

"Yo soy el que va contando, que para qué mierda creen que me siento a escribir esto si no es para atreverme a vivir, a ser mejor, a solatar mis emociones, a burlarme un poco del sarcoma, para que mi fantasía se imponga sobre la realidad, que la fantasía de adentro transformará la realida, la fantasía que todos llevamos adentro y que se llama amor y pasión y locura. La literatura y la música son el mundo de la fantasía de adentro, porque alguien la compuso, alguien la escribió con su fantasía, con su vida y su sangre, y nos las regaló para que la escuchemos o leamos".

(W. Cucurto, en El Curandero del Amor, Emecé 2006)