Para Trini, estos acordes que le hacen bien



(Va a escampar. Sebastián Teiseira. La Vela Puerca. 2004)

Sobre las maravillas y los horrores del trabajador

El gran poeta Marx ha escrito:

"Ciertamente el trabajo produce maravillas para los ricos, pero produce privaciones para el trabajador. Produce palacios, pero para el trabajador chozas. Produce belleza, pero deformidades para el trabajador. Sustituye el trabajo por máquinas, pero arroja una parte de los trabajadores a un trabajo bárbaro, y convierte en máquinas a la otra parte. Produce espíritu, pero origina estupidez y cretinismo para el trabajador."

Esperanzados en tres frases sucesivas de Eduardo Galeano

Y si tal vez creemos, niña, en esta identidad sincera: "Somos lo que hacemos y hacemos para cambiar lo que somos".

Y si mejor miramos, muchacha, esta pintura certera: "Lo mejor que el mundo tiene está en los muchos mundos que el mundo contiene, las distintas músicas de la vida, sus dolores y colores: las mil y una maneras de vivir y decir, creer y crear, comer, trabajar, bailar, jugar, amar, sufrir y celebrar, que hemos ido descubriendo a lo largo de miles y miles de años".

Y si mejor nos esperanzamos, mujer, con este modo de andar preguntando: "Si el mundo está, como ahora está, patas arriba, ¿no habría que darlo vuelta, para que pueda pararse sobre sus pies?".

(Publicado en Malas Palabras http://malaspalabrastododependedelcontexto.blogspot.com/)

Fragmento de un artículo

El maravilloso Roberto Fontanarrosa, autor de la novela El Área 18, el libro de cuentos Puro fútbol, el libro de historietas Fontanarrosa, de penal, y la obra No te vayas campeón, ha revelado la causa de su amor por las palabras y los goles:
—Yo llego a escribir de fútbol porque me gusta el fútbol, no porque me guste la literatura -que me gusta-. Pero me gusta mucho más el fútbol. Entonces, el entusiasmo a mí me parte del fútbol y llego a la literatura. No al revés.

-Publicado en el periódico El Urbano en el mes de julio de 2007

Fragmento de un cuento

Cuando el encuentro terminaba, Guevara sorprendió por segunda vez a los insurrectos Kennedy, apareciendo desde un costado de la pequeña plaza y, cabeza gacha, algo tímido, expresó:

—No tengamos miedo de una nacer una y otra vez en el día. Todos somos capaces de decir que sí y luego que no. Las contradicciones otorgan al hombre libertad. Las contradicciones son el motor de la historia. Las contradicciones nos dan prueba de nuestra propia existencia. Somos afirmando y negando al mismo tiempo las acciones que cometemos. Todos nosotros tenemos una pizca de calor para transformar al mundo. Hasta la victoria, siempre.

Vientos de agua

Soplan vientos de agua. De Europa a América en 1934. Año 2002: suben las brisas del sur hacia en norte.

Seres desesperados, hambrientos de pan, tocan tierra firme en busca de techo y jornadas laborales. Con el dolor de un tiempo que fue, encuentran una esperanza que será. En el camino van sucediendo alegrías y penas: brazos solidarios brindan palmadas de bienvenida, pero máquinas de acero trituran latentes corazones.

Las historias que en estas películas se narran, parecen ficciones de un mundo de mentira. Las ficciones que en estas películas se cuentan, parecen sucesos de un mundo real.

De un mundo que fue. De un mundo que sigue siendo.

Súplica

Pedido a todas las mujeres y hombres de este mundo:
—Les pedimos que tengamos respeto y tolerancia al que piensa diferente en el camino pero tiene el mismo anhelo de vida,

(Discurso de inauguración del Foro Nacional Indígena. México, 4 de enero de 1996)

Zapatistas

Cabalgan los senderos del mundo proponiendo “servir y no servirse”. Corren los caminos de tierras sugiriendo “representar y no suplantar”. Pedalean las rutas del planeta invitando a “construir y no destruir”. Navegan las olas del Golfo de México postulando “obedecer y no mandar”. Caminan las juntas del Buen Gobierno “proponiendo y no imponiendo”. Atraviesan los montes de Centroamérica para “convencer y no vencer”, pero también para “bajar y no subir”.

Ejercito Zapatista de Liberación Nacional

Entre los pastizales de la Selva Lacandona, en la provincia de Chiapas, al sur de México, la periodista Gloria Muñoz Ramírez escribe sobre un papel en blanco una lista con palabras:
Casa
Tierra
Trabajo
Alimentos
Salud
Educación
Libertad
Justicia
Independencia
Democracia
Paz
Patria
Mañana
Agua
Aire
Dignidad
Igualdad

La España de Orwell

Además de escribir 1984, y antes de hacerlo, George Orwell se unió a las brigadas internacionales que se unieron a las tropas republicanas para combatir las malvadas hordas franquistas.
Las intensas experiencias comunitarias de una España solidaria capturaron la atención de este inglés comprometido. Crítico de las atrocidades de su época, Orwell ha regalado palabras descubridoras y más vivas que nunca.
Imaginó que "las condiciones climatológicas de ayer se pueden cambiar por decreto".
Pensó que "por mucho que neguemos la verdad, la verdad sigue existiendo, por así decirlo, sin nuestro concentimiento".
Sospechó que "mientras quede parte de la tierra sin conquistar, la tradición liberal seguirá viva"

Sueños y pesadillas

Desde las urbanas tierras de Sao Paulo, el viejo y barbudo Paulo Freire, diseñó una fórmula que nos otorga una prueba para explicarnos por qué somos lo que somos: "Soñamos y trabajamos para recrear el mundo, porque nuestro sueño es un sueño con una realidad menos malvada, menos perversa, en que uno pueda ser más gente que cosa. Pero, al mismo tiempo trabajamos en una estructura de poder que explota y domina. Y esto nos plantea esta dualidad que nos hace mal".

En otra oportunidad, el educador que vivió aprendiendo, se enojó y reveló: "Nadie es, si se prohibe que otros sean".