Literalmente,
los rayos, los relámpagos,
esas luces azul eléctrico del fondo
te pintan los pelos.
Y ahora que pienso, mientras te miro a contraluz,
en los temporales de agua y viento,
allá en los noventa,
corríamos descalzos
por el barrio,
con la única preocupación posible
en los años enanos:
¿cuándo volveré a ver a mamá?
1 comentario:
hola!
pasaba a saludar nomas!
chau...
epifania.
Publicar un comentario