Cucu

Con la birome que usó Cucurto
para firmarme un libro,
escribo ahora este poema.
A duras penas lo estoy logrando,
se está terminando la tinta.
Con Cucu charlamos aquel
verano atolondrado
a pasitos del Paraná.
El nos contó los libros
que estaba leyendo
y yo le recordé de un mail
escrito por mi para él un día de tristeza.
Ahí Cucurtín me apretó el hombro y la espalda
con ternura y me miró
con sus ojos de niño descubridor.
Sí, ya sé lo que están pensando,
ya me lo han dicho:
-Cucurto ya fue.
Pero para mí la poesía no es una moda.
Un poema te abriga los huesos
en medio del abismo.

2 comentarios:

Trini Podestá dijo...

:_( que me emocionan estupidos!!! dijo manolito el de mafalda, no el de merce...
me emocionó, bah! lloré digamoslo, a lagrima viva. pense que no existía la llave que abre las compuertas del retenido llanto :_)
snif

Anónimo dijo...

Yo también me emocioné. Hermoso poema.