Y una mañana violenta de luz
despertamos hechos dos pajaritos.
Yo no quería seguir haciendo de humano,
aunque prefería que vos sigas siendo
la mujer letal y precisa que eras,
para olerte, sobre todas las cosas.
Después de todo yo sería una animalito
irracional,
seguro nunca me expulsarías.
Pero no. Somos los dos bichos con alas
más típicos del mundo.
Y eso tiene sus ventajas.

4 comentarios:

El Film en tu Remera dijo...

alas, alitas, alotas...
Una vez conocí a uno que todos los días, a la misma hora,desde la misma rama, le cantaba el gran cantor, para animarla y darle esperanzas de que algún día saldría de alli y volarían juntos en libertad.

El Film en tu Remera dijo...

Eso de no querer ser humano y racional...ojalá ocurriera, por unos pocos minutos aunque sea. Que sólo el instinto actuara.

merce dijo...

ruiseñor, me muero de amor

Camila dijo...

Hola Manuel! Soy Camila de la revista la chancleta, estuve viendo tu blog y quiero proponerte que hagas una publicación (el poema que elijas) en la revista, si estás interesado en algún momento, le revista es bimensual... Te cuento que (por si no conocés la revista) tenemos una sección para publicar las cositas de la gente que, como vos, anda dando vueltas por paraná con algo para decir y escribe. La idea es que la revista tenga un ida y vuelta y no seamos los del staff los únicos que publiquemos los relatos que nos interesan de esta ciudad. Si te gusta la idea de participar, escribinos a nuestro mail la-chancleta@hotmail.com o date una vuelta por el blog revistalachancleta.blogspot.com. Abrazo! Camila