El otro día soñé que
jugaba al fóbal con Michel Platiní;
ese francés puro glamur y alta estética.

Casi antes de intercambiar palabras
con mi amigo Plablito,
él ya me había comparado con el Gran Michel.

Fue el mejor elogio del mundo
para alguien futbolero. Todos
esperamos ser un jugador francés.

Porque son los mejores junto con los brasileños.

1 comentario:

Anónimo dijo...

titulo?

ufff, buenooo... Manuel.