Poema de Tu Fu

Tenemos talento. La gente dice
que somos los poetas líderes de la época.
Todo mal, nuestros hogares son humildes
y nuestro reconocimiento trivial.
Famélicos, con ropa gastada, la servidumbre
nos trata con desprecio. En la plenitud
de la vida, nuestros rostros están arrugados.
Quién se preocupa de alguno de nosotros
o de nuestras familias? Estamos condenados
a leernos los unos a los otros.
Nuestros poemas serán transmitidos
con los de los grandes poetas muertos.
Podemos consolarnos.
Por lo menos tendremos descendencia.

[En el libro La luna brilla fría sobre los huesos blancos. Versión de Daniel Durand]

La imaginación de 9

Chica, vení, explicame la ley del off side; con la confusión atroz que tengo no sé ni cuántos habilitan al rival. Eso pasa cuando todo sale mal. La memoria ram se tilda y tenés que resetear la cabecita. Por eso prefiero la imaginación, antes que el recuerdo. La imaginación de 9 y todos atrás defendiendo el cero en el arco.

Una mosca se relame

Estamos con abuela Lela
tomando los mates más dulces del planeta.
La montañita de azucar se desintegra
entre la yerba, mientras una mosca
nos mira y se relame.
Estamos en Gualeguay,
en la casa estilo chorizo, habitaciones
al costado del pasillo, la cocina, patio con pasto,
sillas de metal naranja.
Toda su vida abuela Lela tuvo que pagar
alquiler. Eso le traía penas.
Una vez, de pibe, me entrevistaron para
un canal local y yo debía decir
que mis vacaciones eran felices.
En realidad no mentí. Estar acostado
en la cama junto a Lelita,
tapados,
en invierno,
charlando,
era tan parecido a la felicidad,
que daba miedo.

Cover de FC

Hoy es domingo
y tengo ganas de escribir un cover
de FC.

Pueblo: conozcan a FC, sufran con su
dolor. Mañana no habrá tiempo,
dos rocas te caerán en la cabeza: tu cerebro
será un sténcil sobre el cemento.

Nada será igual si no escuchas
las melodías de FC.
Lástima que sos hincha del cuervo, FC.

El pasado

Yo, yo quería ser jugador de fútbol. Jugar
en River sobre todas las cosas.
Mi profesora de historia vaticinaba ningún título
para mi, mientras no miraba a mis compañeros de clase,
parado frente a ellos.
Me gustan las películas
donde no pasa absolutamente nada.
Alguna vez quisiera ver un partido entre Manchester United y Real Madrid.
También conocer a Eduardito Galeano.
Soy así de típico.

Ingenuo inverosímil

Yo, que soy un ingenuo inverosímil,

que escucho la música que me dicen que escuche
que veo las películas que me dicen que vea
que leo las cosas que me dicen que lea,

sin embargo, nunca

jamás

me voy a creer la siguiente posible noticia:
el Burrito Ariel Arnaldo Ortega jugará en Boca.

Eso sí que no.

Así se ve Buenos Aires desde acá

Así se ve Buenos Aires desde acá:
el tren ese que nos tomamos para ir a no sé dónde;
el cementerio de la Recoleta era, para ver la
tumba de Evita.
Luego, nos fuimos para el centrito cultural, al ladito
nomás, y vimos una muetra de un fotógrafo de nuestros pagos.
Después quisimos comprar libros
y encontramos uno de Gelman y otro de Clarice.
A la vuelta, esos túneles tremendos, pura oscuridad,
puro misterio.
Una banda de rock, luego Belgrano C, Retiro, Paraná.

Otra vez en casa, esperando el otoño,
la música brasileña, las charlas, los cuentos leídos,
los versos de Calveyra, una comidita. Todo eso.

Lanchita

Hay un barquito que va de Concordia a Salto
todos los días del año.
En realidad, yo le digo barco, pero ella
siempre me dice que se llama lancha, no barco.

De una costa a la otra van uruguayos y argentinos
a comprarse las cosas.
En realidad, a los orientales
les conviene más por el tema del cambio.
Las familias se pasan con sus bolsos llenos
de arroz y fideos.


Los botijitas miran las aguas del río Uruguay
y piensan: ¿de qué lado está el sol?

1958

Una madre, siete tíos, dos abuelos.
Luego, más tarde, una bisabuela.
1958, el Atlántico.
¿Cuántas ciudades luego de España?
Casi nadie lo sabe. ¿Por qué vivir
así de lejos?

Es lo que intuyo:
los llantos te acercan un poquito
más a tu casita de Alicante, mamá.